Llevamos tiempo intentando combatir el desprestigio de la política aunque algunos casos recientes emergen como una marea desmovilizadora. Algunos partidos de la oposición, en lugar de situarse del lado de la democracia y combatir con hechos los casos particulares de corrupción, recurren a la retórica para atacar las buenas iniciativas que llevan a cabo gobiernos de izquierda. Tal es el caso de Extremadura donde se acusa a los socialistas de destinar 14.000€ a que los jóvenes aprendan a masturbarse.
Somos conscientes de la escasa visión y el paupérrimo contenido social de la política de juventud que defiende el Partido Popular, teñida de un alto componente conservador desfasado, pero peor es su descarada demagogia. Si por ellos fuera, todavía seguiríamos empeñados en el cinturón de castidad y la abstinencia sexual como mejor remedio para la “buena formación personal y moral” de los jóvenes.
La educación sexual no es un tema tabú; debemos posicionarnos a favor de la información y el conocimiento. No debemos olvidar que el inicio de las relaciones sexuales es hoy más temprano que antaño y que, en lugar de banalizar y criminalizar al joven, atormentándolo y negando una realidad social, debemos atender, desde una visión correcta y no partidista, las consecuencias de sus actos.
Desde JSC del Barcelonès Nord creemos que es necesario que la juventud esté familiarizada con el uso de medios de profilaxis y de anticoncepción así como con el conocimiento de su propio cuerpo. Creemos, además, que los centros de educación son un lugar determinante para recibir dicha información, lugares donde reflexionar individual y conjuntamente sobre los aspectos positivos y negativos derivados de la responsabilidad sexual. Sin duda, con la implicación directa de los profesionales, los poderes públicos y las familias que deben enseñar a los más jóvenes que la prevención y el respeto son la única forma segura de experimentar.
Así, con estas medidas formativas reduciríamos el número de embarazos no deseados, de abortos y de contagios por enfermedades de transmisión sexual. De este modo, con educación, el uso de los anticonceptivos de emergencia disminuiría y los jóvenes disfrutarían de un sexo de mayor calidad, seguro y respetuoso con su pareja.
Porque nosotros también nos conocimos y nos conocemos, porque también experimentamos, y seguimos haciéndolo, porque disfrutamos y queremos seguir disfrutando de unas relaciones sexuales libres y placenteras; adelante con la integración de la educación sexual en las escuelas.
Por una escuela pública, laica y de calidad.
JSC Barcelonés Nord
Salud, Socialismo y República
jueves, 3 de diciembre de 2009
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